Europa ha aprobado un nuevo proyecto LIFE al Cabildo de Gran Canaria, que, capitaneado por el Consejo Insular de la Energía (CIEGC) persigue adaptar los territorios insulares y ultraperiféricos al cambio climático, potenciar la biodiversidad y mantener la compatibilidad del uso residencial y el entorno medioambiental. Es el cuarto proyecto LIFE que gestiona el Cabildo insular.
LIFE COSTAdapta es un proyecto del subprograma Adaptación al cambio climático del Programa LIFE con una duración de siete años y un presupuesto de 3.409.864 euros, de los que 2.045.818 euros serán subvencionados por la Comisión Europea con el objetivo de proporcionar una solución validada de adaptación a la subida del nivel del mar.
Adaptación al ascenso del nivel del mar a través de métodos innovadores
El CIEGC lidera un consorcio público-privado que está compuesto por otros siete socios entre los que se encuentran entidades públicas, universidades, fundaciones y empresas privadas, como son la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), la Universidad de Cantabria (UC), INGECID, Investigación y Desarrollo de Proyectos, Raley Estudios Costeros S.C.P, y ECONCRETE AQUA, que se encargarán del diseño, implementación y monitorización del proyecto; la Fundación Canaria para el Reciclaje y Desarrollo Sostenible, que aportará la visión socioeconómica, y la Fundación Finnova, que apoyará en la gestión del proyecto y liderará la comunicación y explotación de sus resultados.
El coordinador técnico de Desarrollo Económico, Soberanía Energética, Clima y Conocimiento en el Cabildo de Gran Canaria, Raúl García Brink, explica que “el proyecto LIFE COSTAdapta desarrollará medidas de adaptación a través de actuaciones naturales y mixtas, enfocadas en la integración y mejora, tanto con el medio natural como con la potenciación de elementos culturales. Para ello, planea actuaciones de adaptación al ascenso del nivel del mar a través de métodos innovadores”. También resalta que “el Cabildo de Gran Canaria forma parte de la Misión de Adaptación al Cambio Climático de la UE y ya se le había aprobado otro proyecto Horizon de adaptación al cambio climático, por lo que estamos doblemente satisfechos”.
Durante el proyecto se implementará en la costa de Quintanilla (Arucas) un prototipo de medida de adaptación innovadora codiseñada con procesos participativos. El prototipo se basa en la reconceptualización de los charcos de marea, estructuras tradicionales en las islas, aportando una visión más holística y adaptativa de estos elementos culturales canarios que, además funcionarán como nuevo hábitat para la biodiversidad marina. La validación multifactorial del prototipo permitirá al proyecto proporcionar una nueva medida de adaptación costera en el grupo Nature-Based Flood Defense (NBFD, dentro de Nature-Based Solutions) además de una nueva catalogación de la infraestructura azul costera.
“La aprobación de este proyecto tractor nos anima a seguir trabajando con este reto y con la convocatoria Interreg MAC para el intercambio de experiencias en la gestión de la innovación para la protección del patrimonio de costas de la Macaronesia ante el cambio climático, y otros proyectos como Horizon Europe o Next Generation”, señala Carla García, gestora de proyectos de la Fundación Finnova, que se ha encargado de la redacción de este proyecto LIFE.
Por su parte, José Antonio Sosa Diaz-Saavedra, catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura de Las Palmas sostiene que “el apoyo permanente del Cabildo de Gran Canaria a través de su organismo de Desarrollo Económico, Soberanía Energética, Clima y Conocimiento, fue definitivo a lo largo de estos dos años de preparación del documento aprobado, como también lo es el de las universidades y sus grupos de investigación. Nos queda un camino largo por delante a todos, pero va a ser trascendente para la isla y para el archipiélago en general, puesto que en esto también compartimos problemas comunes”.
Conservar el turismo costero
La ocupación de las áreas costeras se ha ido incrementando paulatinamente en los últimos años como consecuencia de diferentes factores interconectados tales como las altas densidades poblacionales en el litoral, la expansión urbanística histórica, la instalación de infraestructuras esenciales, o las actividades económicas, entre otros. Esta ocupación incrementa la vulnerabilidad de las zonas costeras ante las inundaciones. Canarias, por su condición insular, es muy vulnerable ante el cambio climático y el ascenso del nivel del mar, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En este punto, es imprescindible la realización de actuaciones de adaptación para minimizar el riesgo de inundación en las zonas costeras.
La población costera representa una tercera parte de la población española y proteger la costa de los impactos del cambio climático es de vital importancia, no solo por evitar la pérdida de viviendas e infraestructuras, sino por conservar el turismo costero, ya que es una importante fuente económica para el país y aún más para Canarias. El desarrollo y diseño de charcos de marea (tidal pool-reef) con una visión holística de adaptación al ascenso del nivel del mar, incrementa sus beneficios y fomenta una solución (infraestructura azul) que engloba factores cruciales en la resiliencia y calidad de vida de las zonas costeras: reducción de la superficie de inundación, reducción en la altura de la lámina de agua, adaptabilidad a las circunstancias cambiantes (medidas modulares de incremento progresivo), sistemas de creación de hábitats marinos, creación de lugares de disfrute social de fácil accesibilidad, incremento de actividades económicas, mejora de zonas degradadas, entre otras.