Los Presupuestos Generales del Estado para 2022, aprobados el pasado 28 de diciembre, aprobaron la asignación de una partida de 2 millones de euros para la ejecución de la comunidad energética del Polígono Industrial de Arinaga, la primera de este tipo en Gran Canaria. El proyecto, que ya contaba con el aval de la Unión Europea al ser seleccionado por el programa NESOI por favorecer el avance de la transición energética de las islas, responde a los planes del Cabildo para convertir a Gran Canaria en una ecoisla.
Para el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, “este respaldo en la partida presupuestaria del Gobierno central a nuestra visión de eficiencia energética en los polígonos industriales, algo completamente novedoso en el territorio español, es un paso más para conseguir la descarbonización de la isla, romper con nuestra dependencia de los combustibles fósiles y conseguir el modelo de ecoisla con el que soñamos para Gran Canaria”.
“La comunidad energética de Arinaga es un proyecto pionero, no hay experiencias previas, lo que nos convierte en la vanguardia de las áreas industriales sostenibles a escala mundial. Se trata de un proyecto de I+D en estado puro que, desde luego, nos enorgullece y en el que creemos firmemente para avanzar en la implantación de las energías limpias en nuestra isla. Además, lo interesante del proyecto es que, una vez desarrollada esa plataforma de planta de generación virtual, se puede replicar en cualquier otro sitio con mínimos ajustes”, explicó el coordinador de Desarrollo Económico, Energía, Clima y Conocimiento del Cabildo, Raúl García Brink quien también afirmó que, tras el beneplácito de la UE y del Gobierno de España, seguirán presentándose a otras convocatorias públicas nacionales e internacionales para comunidades energéticas.
El Polígono Industrial de Arinaga es el mayor de la isla, con 690 empresas y una demanda energética aproximada de 30 gigavatios hora año, que podría cubrirse completamente mediante energías renovables que evitarían la emisión de 6.030 toneladas equivalentes de gases de efecto invernadero al año y 19,2 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. La idea de este proyecto piloto es establecer una comunidad energética industrial que genere, almacene y consuma su propia energía de origen renovable a precios más competitivos, lo que podría suponer un ahorro en la factura eléctrica del 40%.
El proyecto, en fase de viabilidad técnica y financiera, comenzará ya en enero con los trabajos de desarrollo de la plataforma digital inteligente que incorporará Internet de las Cosas, inteligencia artificial, big data, tecnología blockchain, machine learning y ciberseguridad, entre otras herramientas.